Y ahora decime, qué me importa que pienses en otra, si yo ya te habité. Tomalo todo, no me importa. Desahogate en ella, te hace falta. Tendrías que aprender a vivir solo, sin necesitar de nadie. Porque siempre sos vos y tu inútil esperanza de sobrevivir. A la gente, al destino, a los prejuicios. Liberate un poco, caminá, aprendé lo que se siente ser traicionado. Bajá, hundite, explorate. No conocés más que tu mundo, que ese círculo vicioso que te encadena.
Hay mucho más que tu hedonía idiota.